Muchos coincidimos que somos amantes de la historia, influidos quizá desde los albores de nuestra educación básica, conocimos la historia de bronce, la gran historia, la historia nacional, donde pertenecen los héroes como Madero... luego a través de las charlas con los mayores de la familia, conocimos la historia hogareña, la que nos hizo conformar medianamente nuestra historia particular, coleccionamos objetos, fotografías, documentos de la familia y sin que nadie nos lo pidiera dimos el gran salto, con técnicas o sin ellas a la investigación de la historia de la comunidad. De la historia hogareña a la historia lugareña.
Desde tiempo inmemorial existen personas, que se preocupan por registrar y recordar lo que acontece a los grupos humanos, por narrar los hechos del pasado y por conservar el recuerdo de las emociones y vivencias de antaño, estos narradores de la historia que han visto pasar ante sus ojos, son los guardianes de la memoria de los pueblos y comunidades que se niegan al olvido. Así el Cronista, el Historiador y el Coleccionista de documentos, libros y fotografías testimoniales de su entorno, han ido construyendo una alternativa a favor de la memoria histórica local.
Pronto este aficionado a la historia de su comunidad se encuentra en un mar de temas, que lo hacen enamorarse de su trabajo y a dar legitimidad a un nombramiento vitalicio.
Aunque aquí cabe una real aclaración: a las autoridades les corresponde otorgar un Título, reconociendo el trabajo hecho, sobre todo si se tiene un antecedente de difusión del mismo, basados en el perfil del individuo que será el Cronista de su Ciudad, pero de hecho –dicho con todo respeto- ninguna autoridad hace Cronistas.
La política, el deporte, la religión, las costumbres y tradiciones, el vestido, la alimentación, la vivienda, las artesanías, las leyendas y la cultura en general serán temas que el Cronista tomará en adelante.
El Cronista por definición es una persona que gusta de contar, generalmente por escrito, las cosas que han pasado ante sus ojos. Es por ello que no se trata estrictamente de un historiador, tampoco se trata de un periodista, pues esta última es una profesión de corte moderno y que por lo general sostiene una relación laboral con una empresa periodística impresa o con un medio de comunicación electrónico. La modernidad ha comenzado a compartir con los Cronistas algunas de sus prácticas que vienen del pasado remoto.
El Cronista en sentido estricto es un comunicador de corte antiguo, cuyo hacer proviene de la noche de los tiempos, cuando los estilos literarios aun no se inventaban.
La política, el deporte, la religión, las costumbres y tradiciones, el vestido, la alimentación, la vivienda, las artesanías, las leyendas y la cultura en general serán temas que el Cronista tomará en adelante.
El Cronista por definición es una persona que gusta de contar, generalmente por escrito, las cosas que han pasado ante sus ojos. Es por ello que no se trata estrictamente de un historiador, tampoco se trata de un periodista, pues esta última es una profesión de corte moderno y que por lo general sostiene una relación laboral con una empresa periodística impresa o con un medio de comunicación electrónico. La modernidad ha comenzado a compartir con los Cronistas algunas de sus prácticas que vienen del pasado remoto.
El Cronista en sentido estricto es un comunicador de corte antiguo, cuyo hacer proviene de la noche de los tiempos, cuando los estilos literarios aun no se inventaban.
Se trata al mismo tiempo de una práctica, la suya, que se ha encontrado íntimamente vinculada a narrativas orales.
Por regla general el ser humano es un ente conversador, aunque habemos algunos más platicones que otros, y ese ha sido precisamente el medio para transmitir experiencias vividas, comunitarias o individuales.
La escritura sin embargo, distingue al Cronista de nuestros días, si bien hay que aceptar que la gente de las ciudades y pueblos, les gusta que sus cronistas les hablen, que lean sí, pero de ser posible que peroren ante auditorios.
Una Crónica en la acepción contemporánea del término, puede ser también oral, sin que pase absolutamente nada ni pierda por ello su valor.
La memoria es la virtud de registrar mentalmente el tiempo y los acontecimientos con que lo recordamos. Y debemos aceptar que las comunidades humanas suelen tener una imagen de si mismas. No siempre se logra que la imagen que el colectivo se forma de su identidad corresponda plenamente con la realidad. El Cronista toma aquí el papel de memorioso. De registrador de su acontecer, de Notario de su Ciudad, evocador por excelencia de los hechos pretéritos de la comunidad a la que pertenece; gestor de la memoria histórica de la tribu.
Los pueblos, las villas y las ciudades pequeñas pues, suelen producir recordadores del acontecer. El mundo pueblerino es el que anida generalmente a la gente amante de su pequeña historia. Es porque vivimos en un mundo ni ancho ni ajeno, de relaciones concretas, donde alimentamos diariamente nuestro pasado familiar y local a través de nuestras tradiciones. Somos parte de familias llenas de costumbres, tradiciones y leyendas, que a diario recordamos, porque viven en la intimidad de nuestro pasado; que les gustaría volver a vivir algunas horas de ésos tiempos que ya se fueron.
Quien mas, quien menos, descendemos de personas que anhelan ahuyentar la turbulencia que nos rodea, el relajo, la agitación de la muchedumbre, el ruido mecánico, el anuncio luminoso y todas las inquietudes. Quizá en todos nosotros exista la curiosidad por el pasado, por lo que ha sido; la historia de nuestro hogar, de nuestro lugar, somos Cronistas potenciales de nuestro terruño, casi siempre con el fin de volver al tiempo ido, a nuestras raíces, tratando de que existan buenas relaciones con el presente.
De cualquier forma, la suerte de los Cronistas es muy desigual. Como desiguales son las administraciones municipales. En algunas ciudades se tiene gran aprecio por su Cronista, mientras que en otras se pretende una deliberada indiferencia, o no se le puede ver ni en pintura. Eso si: en todos los casos se les exige trabajo, pero no en todos los casos se le proporcionan elementos básicos para el cumplimiento de su labor. Durante algunos trienios, dependiendo de la personalidad del Presidente Municipal en turno, se les apoya y en otras se les ignora o hasta se les persigue.
A algunos se les paga a otros no. Y a los que se les paga no siempre se hace con criterios paritarios. Es cierto que no todos los Ayuntamientos son iguales, ni poseen los mismos recursos, pero todos deben tener uno o varios cronistas y apoyarlos. Y porqué no decirlo apapacharlos para que difunda sus estudios y sus escritos.
En los albores del Siglo XXI, luego de cumplir 30 años de dedicarme a la investigación y difusión de la historia de nuestra Comunidad: Francisco I. Madero, del estado de Coahuila, insisto en que ojalá toda esta serie de datos y fotografías, sirvan de referencia a otros historiadores, cronistas, estudiantes o profesionistas, que como yo tratan de aportar un poco a la micro-historia y a su pueblo.
Los Maderenses bien intencionados, han puesto en mis manos fotografías, documentos, objetos, de incalculable valor sentimental, como el Archivo del Sr. José María Meléndez Carrasco, a quien nadie le quitará el mérito de haber sido el principal promotor de la creación de nuestro municipio, para darlos a conocer e ir forjando nuestros antecedentes históricos.
La memoria es la virtud de registrar mentalmente el tiempo y los acontecimientos con que lo recordamos. Y debemos aceptar que las comunidades humanas suelen tener una imagen de si mismas. No siempre se logra que la imagen que el colectivo se forma de su identidad corresponda plenamente con la realidad. El Cronista toma aquí el papel de memorioso. De registrador de su acontecer, de Notario de su Ciudad, evocador por excelencia de los hechos pretéritos de la comunidad a la que pertenece; gestor de la memoria histórica de la tribu.
Los pueblos, las villas y las ciudades pequeñas pues, suelen producir recordadores del acontecer. El mundo pueblerino es el que anida generalmente a la gente amante de su pequeña historia. Es porque vivimos en un mundo ni ancho ni ajeno, de relaciones concretas, donde alimentamos diariamente nuestro pasado familiar y local a través de nuestras tradiciones. Somos parte de familias llenas de costumbres, tradiciones y leyendas, que a diario recordamos, porque viven en la intimidad de nuestro pasado; que les gustaría volver a vivir algunas horas de ésos tiempos que ya se fueron.
Quien mas, quien menos, descendemos de personas que anhelan ahuyentar la turbulencia que nos rodea, el relajo, la agitación de la muchedumbre, el ruido mecánico, el anuncio luminoso y todas las inquietudes. Quizá en todos nosotros exista la curiosidad por el pasado, por lo que ha sido; la historia de nuestro hogar, de nuestro lugar, somos Cronistas potenciales de nuestro terruño, casi siempre con el fin de volver al tiempo ido, a nuestras raíces, tratando de que existan buenas relaciones con el presente.
De cualquier forma, la suerte de los Cronistas es muy desigual. Como desiguales son las administraciones municipales. En algunas ciudades se tiene gran aprecio por su Cronista, mientras que en otras se pretende una deliberada indiferencia, o no se le puede ver ni en pintura. Eso si: en todos los casos se les exige trabajo, pero no en todos los casos se le proporcionan elementos básicos para el cumplimiento de su labor. Durante algunos trienios, dependiendo de la personalidad del Presidente Municipal en turno, se les apoya y en otras se les ignora o hasta se les persigue.
A algunos se les paga a otros no. Y a los que se les paga no siempre se hace con criterios paritarios. Es cierto que no todos los Ayuntamientos son iguales, ni poseen los mismos recursos, pero todos deben tener uno o varios cronistas y apoyarlos. Y porqué no decirlo apapacharlos para que difunda sus estudios y sus escritos.
En los albores del Siglo XXI, luego de cumplir 30 años de dedicarme a la investigación y difusión de la historia de nuestra Comunidad: Francisco I. Madero, del estado de Coahuila, insisto en que ojalá toda esta serie de datos y fotografías, sirvan de referencia a otros historiadores, cronistas, estudiantes o profesionistas, que como yo tratan de aportar un poco a la micro-historia y a su pueblo.
Los Maderenses bien intencionados, han puesto en mis manos fotografías, documentos, objetos, de incalculable valor sentimental, como el Archivo del Sr. José María Meléndez Carrasco, a quien nadie le quitará el mérito de haber sido el principal promotor de la creación de nuestro municipio, para darlos a conocer e ir forjando nuestros antecedentes históricos.
Aún mas, largas horas de conversaciones con los adultos mayores, en ésa rica tradición oral inacabable, es también el resultado del presente trabajo.
En las últimas décadas la cultura ha experimentado un cambio radical a medida de que la tecnología cibernética ha ido invadiendo los distintos ámbitos de la vida pública y privada. La omnipresencia de las computadoras ha influido en todos los campos de la comunicación y representación; desde el concepto de texto, que gracias a la interactividad ya no es algo fijo sino fluido, hasta la foto que ha pasado de una reproducción objetiva e instantánea a una nueva imagen fruto de combinaciones, recortes y mezclas sugestivas.
El 30 de noviembre de 2008, celebraremos 72 años de la creación de nuestro municipio y 22 años de haber sido elevada nuestra Villa, al rango Constitucional de Ciudad, hace treinta y siete años inicié a difundir la historia del municipio, en un periódico de circulación local llamado "La Cotorra".
En las últimas décadas la cultura ha experimentado un cambio radical a medida de que la tecnología cibernética ha ido invadiendo los distintos ámbitos de la vida pública y privada. La omnipresencia de las computadoras ha influido en todos los campos de la comunicación y representación; desde el concepto de texto, que gracias a la interactividad ya no es algo fijo sino fluido, hasta la foto que ha pasado de una reproducción objetiva e instantánea a una nueva imagen fruto de combinaciones, recortes y mezclas sugestivas.
El 30 de noviembre de 2008, celebraremos 72 años de la creación de nuestro municipio y 22 años de haber sido elevada nuestra Villa, al rango Constitucional de Ciudad, hace treinta y siete años inicié a difundir la historia del municipio, en un periódico de circulación local llamado "La Cotorra".
Después Presenté innovaciones hechas a aquel modesto trabajo, aprovechando la tecnología de punta con que la humanidad cuenta, pues lo puse a su disposición en INTERNET, gracias a mi respetable amigo Ignacio Wong Franco, quien creó y patrocinó la página en el Sitio: www.maderenses.com
Luego surgieron las Revistas históricas de 1984 “Francisco I. Madero, Coahuila Corazón de la Laguna", 1986 “Revista Testigos”, 1987 Catalogo de Monumentos Históricos Inmuebles del Estado de Coahuila, 1990 “Cuadernos de Historia Regional", 1992 Colaboración en la edición del libro: “Los primordiales del 36”, 1993 Colaboración en la edición del libro: “Notas dulces y amargas de una partitura sin fin”, 1994 “Nuestra gente...Nuestra música”, 1994 “Monografía Histórica del Municipio de Francisco I. Madero, Coahuila”, 1995 Edición de un Catalogo de Artesanías, Neo Artesanías e Inventiva Popular, 2002 “Mi pueblo y su Gente” Monografía Actualizada del Municipio de Francisco I. Madero, Coahuila. 2002 Ensayo: “A sembrar la semilla del progreso” para el Concurso Literario “65 Aniversario del Reparto Agrario en La Laguna” convocado por la Presidencia Municipal de Torreón, Coahuila. 2002 Produjo un Disco Compacto –interactivo- Titulado “Mi Pueblo y su Gente” Monografía del Municipio de Francisco I. Madero, Coahuila, 2003 Publicación de un folleto titulado “La Gastronomía Popular en el Municipio de Francisco I. Madero, Coahuila”.
2005 Autor del Primer Tomo de “Monografías Coahuila” Francisco I. Madero, Coahuila, editado por el Gobierno del Estado de Coahuila a través del ICOCULT.
2006 Edita hasta esta fecha la Revista Quincenal “El Cronista” con temas de Historia, Arte y Cultura y Cronica Municipal y Estatal. **** Colabora en revistas y periódicos de la región.
Luego surgieron las Revistas históricas de 1984 “Francisco I. Madero, Coahuila Corazón de la Laguna", 1986 “Revista Testigos”, 1987 Catalogo de Monumentos Históricos Inmuebles del Estado de Coahuila, 1990 “Cuadernos de Historia Regional", 1992 Colaboración en la edición del libro: “Los primordiales del 36”, 1993 Colaboración en la edición del libro: “Notas dulces y amargas de una partitura sin fin”, 1994 “Nuestra gente...Nuestra música”, 1994 “Monografía Histórica del Municipio de Francisco I. Madero, Coahuila”, 1995 Edición de un Catalogo de Artesanías, Neo Artesanías e Inventiva Popular, 2002 “Mi pueblo y su Gente” Monografía Actualizada del Municipio de Francisco I. Madero, Coahuila. 2002 Ensayo: “A sembrar la semilla del progreso” para el Concurso Literario “65 Aniversario del Reparto Agrario en La Laguna” convocado por la Presidencia Municipal de Torreón, Coahuila. 2002 Produjo un Disco Compacto –interactivo- Titulado “Mi Pueblo y su Gente” Monografía del Municipio de Francisco I. Madero, Coahuila, 2003 Publicación de un folleto titulado “La Gastronomía Popular en el Municipio de Francisco I. Madero, Coahuila”.
2005 Autor del Primer Tomo de “Monografías Coahuila” Francisco I. Madero, Coahuila, editado por el Gobierno del Estado de Coahuila a través del ICOCULT.
2006 Edita hasta esta fecha la Revista Quincenal “El Cronista” con temas de Historia, Arte y Cultura y Cronica Municipal y Estatal. **** Colabora en revistas y periódicos de la región.
Hoy presento ante Ustedes este esfuerzo, con el mismo titulo "Revista El Cronista" que si bien merece algún mérito es el de tratar de rescatr a personajes, hechos, casos y cosas del anonimato, de las ráfagas de conversación, de la anécdota y del Archivo Personal del Cronista de la Ciudad ahora denominado Centro de Información y Documentación, por sus siglas: C.I.D., Que está a su disposición, como mera fuente de referencia de quien lo solicite.
El Municipio de Madero nació grande y aún cuando falta mucho por escribirse, seguirá siendo grande, porque posee lo mas preciado que un pueblo puede tener; sus gentes; hombres y mujeres que todos los días hacen historia; porque quien solo escribe historia y no la hace; que con su pan se lo coma.
El Municipio de Madero nació grande y aún cuando falta mucho por escribirse, seguirá siendo grande, porque posee lo mas preciado que un pueblo puede tener; sus gentes; hombres y mujeres que todos los días hacen historia; porque quien solo escribe historia y no la hace; que con su pan se lo coma.