domingo, 17 de agosto de 2008



Digitoterapia: Remedios en la punta de los dedos.
En las manos se encuentran soluciones que pueden aplacar algunos males, como complemento de la medicina tradicional. La salud, según la digitopuntura, está literalmente en nuestras manos.
La digitopuntura, práctica mediante la cual se masajean puntos estratégicos del organismo, puede prevenir enfermedades o eliminar fatiga, estrés y malestares.
El auge de las consideradas terapias alternativas o complementarias, cada vez resaltan más.
Las técnicas de sanación de la medicina tradicional influyen en la técnica particular de digitopresión o acupresión, las cuales, a pesar de su diversidad conceptual, conservan un denominador común: Estimular el poder de autocuración del organismo humano a través de masajes en los tendones o puntos específicos.
En los diversos grupos de la población -principalmente mujeres y personas de la tercera edad-, las técnicas atraen a este tipo de terapias que en su mayoría provienen de China, ya que están de acuerdo con los postulados que sostienen que la enfermedad es una manifestación del desequilibrio energético de una persona a causa del estrés, hábitos alimenticios deficientes, pocas horas de sueño, poco ejercicio o porque se vive en un ambiente desfavorable.
Más a fondo, los que incursionan este tipo de técnicas consideran que el organismo humano se encuentra constituido no sólo por el cuerpo que observamos a simple vista, sino que también cuenta con un sistema invisible a través del cual circula nuestra "energía vital" o el denominado “Chi”, el cual pude ser regulado mediante la dígitopuntura. ¿Pero cómo se puede realizar esta practica curativa? La respuesta es tanto interesante como curiosa. Historia y beneficios Mediante estudios se ha determinado que las primeras técnicas de masajes curativos fueron diseñadas y transmitidas en China antigua a través de escuelas taoístas, y que los escritos más antiguos que se conocen sobre esta materia fueron escritos por Nei Tsing, personaje del siglo XVIII antes de nuestra era.
Del mismo modo, el concepto de que existen corrientes de energía o "meridianos" que cruzan el cuerpo data del siglo XV antes de Cristo.
Desde entonces el pueblo chino sabía que mediante el masaje se puede estimular la circulación del chi; los monjes eran quienes tenían mayor entendimiento y especialización para saber qué tipo de terapia se debía aplicar en cada caso especifico.
A través de los años también se observó que los meridianos podían ser estimulados de distintas maneras, destacando técnicas en las que se utilizaban agujas (acupuntura), objetos de metal, minerales magnéticos (magnetoterapia), piedras talladas, pedazos de madera pulidos o simplemente los dedos.


ARTURO HERNANDEZ BLANCO
Vive en el Ejido Vegalarga en el municipio de San Pedro de las Colonias y desde hace tiempo se dedica a sanar enfermos con estas técnicas y existen bastantes testimonios de personas agradecidas que han encontrado remedio a sus males luego de recibir terapia de Arturo.
No recuerda con precisión desde cuando ayuda a la gente que va hacia él en búsqueda de salud, solo dice que comenzó hace muchos años con miembros de su familia.
El viernes 9 de enero de 1976, en las cercanías del Ejido Vega larga, el joven Arturo Hernández Blanco, estudiante del tercer grado de la Secundaria de San José de la Niña, Abel Chávez era el Director.
Arturo asegura haber tenido un encuentro “Del Tercer Tipo”, con dos extraterrestres que descendieron de una nave. Luego se sabría que el taxista Uruguayo Ismael Blanquet, cerca de la comunidad de Rocha, en aquel País, había tenido un encuentro similar, por esa misma fecha.
Desgraciadamente el 29 de abril de 1977 Arturo sufre un accidente en un paraje muy cercano a donde tuvo el avistamiento que lo dejó sin movimiento en las piernas hasta la fecha.