DON PORFIRIO GARCIA MEDINA MAESTRO DE MUSICA
Porfirio García Medina “Don Pilo”, fue una persona excepcional, nació en 1883 y murió el 10 de marzo de 1961 en el Ejido Compuertas, municipio de Matamoros de la Laguna, contrajo matrimonio con la Señorita Florencia Luévanos Pérez el 3 de Febrero de 1913, en Sacramento, Durango -hoy Villa Gregorio García - y sus hijos fueron Isidro, Pedro, Telésforo, Lucita, Elodia y Velina.
Fotógrafo, Sastre, Músico, Médico Tradicional y Vidente. Organizó una Orquesta en el Ejido Compuertas, la que se conocía como “La Orquesta de los Pilos” y de vez en cuando era llamado a cubrir algún faltante en otras orquestas de la época, pues tocaba magistralmente la tuba, guitarra, violín, trompeta, saxofón y el contrabajo.
Pero quizá su mérito mas grande, fue enseñar a otros la música. Muchos de ellos con el tiempo llegaron también a ser maestros y buenos músicos,
Tal es el caso de Heriberto “Chato” Véliz, quien a la edad de 17 años, ya se trasladaba desde su natal Ejido San Esteban de Egipto hasta Compuertas - viejo - a recibir primero sus clases de solfeo y luego las de uno de los instrumentos mas difíciles: el violín.
Al venirse a radicar a Francisco I. Madero, la familia de “El Chato” Véliz, este tuvo la oportunidad de conocer al Maestro Chucho Rodríguez, e ingresó a su Orquesta, pero como saxofonista, pues era lo que faltaba en aquel grupo.
Fotógrafo, Sastre, Músico, Médico Tradicional y Vidente. Organizó una Orquesta en el Ejido Compuertas, la que se conocía como “La Orquesta de los Pilos” y de vez en cuando era llamado a cubrir algún faltante en otras orquestas de la época, pues tocaba magistralmente la tuba, guitarra, violín, trompeta, saxofón y el contrabajo.
Pero quizá su mérito mas grande, fue enseñar a otros la música. Muchos de ellos con el tiempo llegaron también a ser maestros y buenos músicos,
Tal es el caso de Heriberto “Chato” Véliz, quien a la edad de 17 años, ya se trasladaba desde su natal Ejido San Esteban de Egipto hasta Compuertas - viejo - a recibir primero sus clases de solfeo y luego las de uno de los instrumentos mas difíciles: el violín.
Al venirse a radicar a Francisco I. Madero, la familia de “El Chato” Véliz, este tuvo la oportunidad de conocer al Maestro Chucho Rodríguez, e ingresó a su Orquesta, pero como saxofonista, pues era lo que faltaba en aquel grupo.
También había aprendido el método. Con el tiempo formó su propia Orquesta y se convirtió en uno de los mejores arreglistas de la Región.
Otro que también aprendió música con el Maestro Porfirio, fue Gilberto Meza Guerra, de gratos recuerdos con su “Orquesta de Filarmónicos del Surtidor Lagunero de Beto Meza”.
Otro que también aprendió música con el Maestro Porfirio, fue Gilberto Meza Guerra, de gratos recuerdos con su “Orquesta de Filarmónicos del Surtidor Lagunero de Beto Meza”.
De apenas 13 años, Beto caminaba del Ejido El Fresno, para conocer el Método de Hilarión Eslava en sus cuatro partes, así como el Tratado Sintético de Armonía de Julián Carrillo, que les enseñaba su maestro.
Beto Meza fue además maestro de música en la Escuela Secundaria Federal “Venustiano Carranza”, en la cátedra de Educación Artística.
Doña María Isidra Nájera López, nuera de Don Pilo, y casada con Telésforo uno de los hijos y alumno del aquel maestro inigualable, nos cuenta que: “A veces se juntaban muchas personas en la casa de mi suegro, once músicos que pertenecía a la Orquesta, mas los alumnos que asistían a recibir clases y los enfermos que concurrían en busca de alivio con los jarabes y las yerbas que les recetaba y a todos les ofrecía de comer”.
“Nadamás mi concuña Blasa Bretado, esposa de mi compadre y cuñado Pedro, otro hijo de Don Porfirio, y yo tostábamos el café en el comal, luego lo molíamos en el metate, además de varios kilos de nixtamal con los que producíamos las tortillas totalmente hechas a mano para los invitados, y los platillos que cocinábamos…matabamos hasta tres gallinas para hacer caldo. Esto era muy a menudo...Pues el invitaba a todos los visitantes cuando menos un jarro de café... todos los que lo trataron, lo querían mucho”.
El Sr. Porfirio García, enseñó a muchos jóvenes de los ejidos cercanos a “Compuertas”, entre los años 30as. a 50as. recibiendo clases diariamente.
En una charla con el Maestro Gilberto Meza Guerra, recuerda como alumnos de música de Don Pilo a: Heriberto Véliz, Lorenzo Moreno, Tomás López, Isidro, Pedro y Telésforo García y el por supuesto, pero que antes y después que ellos hubo además varias generaciones.
Don Porfirio confeccionaba los trajes de los integrantes de su “Orquesta Compuertas”, además la ropa que sobre pedido le hacían. Con frecuencia se le encontraba revelando e imprimiendo las fotografías en el cuarto oscuro que en algún acontecimiento social había capturado con su cámara.
Enseñó –y bien- música a docenas de jóvenes, quienes con el tiempo, muchos de ellos también enseñaron a sus hijos y a otros niños y jóvenes, además formaron orquestas o fueron miembros de alguna de ellas.
Pero lo que siempre sorprendió a muchos, fueron los dones que le atribuían, como clarividente. “Lo consultaban para encontrar algún bien desaparecido, para saber de familiares que encontraban en sitios lejanos, hasta para percatarse de infidelidades y siempre atinaba,” -dice Doña Isidra, quien casó con Telésforo y uno de sus hijos lleva el nombre del Abuelo, por cierto también se dedica con mucho éxito a la música, como Trovador.
Don Pilo murió la mañana del 10 de marzo de 1961 y se despidió en el Panteón de Alamito.
Doña María Isidra Nájera López, nuera de Don Pilo, y casada con Telésforo uno de los hijos y alumno del aquel maestro inigualable, nos cuenta que: “A veces se juntaban muchas personas en la casa de mi suegro, once músicos que pertenecía a la Orquesta, mas los alumnos que asistían a recibir clases y los enfermos que concurrían en busca de alivio con los jarabes y las yerbas que les recetaba y a todos les ofrecía de comer”.
“Nadamás mi concuña Blasa Bretado, esposa de mi compadre y cuñado Pedro, otro hijo de Don Porfirio, y yo tostábamos el café en el comal, luego lo molíamos en el metate, además de varios kilos de nixtamal con los que producíamos las tortillas totalmente hechas a mano para los invitados, y los platillos que cocinábamos…matabamos hasta tres gallinas para hacer caldo. Esto era muy a menudo...Pues el invitaba a todos los visitantes cuando menos un jarro de café... todos los que lo trataron, lo querían mucho”.
El Sr. Porfirio García, enseñó a muchos jóvenes de los ejidos cercanos a “Compuertas”, entre los años 30as. a 50as. recibiendo clases diariamente.
En una charla con el Maestro Gilberto Meza Guerra, recuerda como alumnos de música de Don Pilo a: Heriberto Véliz, Lorenzo Moreno, Tomás López, Isidro, Pedro y Telésforo García y el por supuesto, pero que antes y después que ellos hubo además varias generaciones.
Don Porfirio confeccionaba los trajes de los integrantes de su “Orquesta Compuertas”, además la ropa que sobre pedido le hacían. Con frecuencia se le encontraba revelando e imprimiendo las fotografías en el cuarto oscuro que en algún acontecimiento social había capturado con su cámara.
Enseñó –y bien- música a docenas de jóvenes, quienes con el tiempo, muchos de ellos también enseñaron a sus hijos y a otros niños y jóvenes, además formaron orquestas o fueron miembros de alguna de ellas.
Pero lo que siempre sorprendió a muchos, fueron los dones que le atribuían, como clarividente. “Lo consultaban para encontrar algún bien desaparecido, para saber de familiares que encontraban en sitios lejanos, hasta para percatarse de infidelidades y siempre atinaba,” -dice Doña Isidra, quien casó con Telésforo y uno de sus hijos lleva el nombre del Abuelo, por cierto también se dedica con mucho éxito a la música, como Trovador.
Don Pilo murió la mañana del 10 de marzo de 1961 y se despidió en el Panteón de Alamito.